Pasear por las calles de Metepec, ha sido una de las experiencias más gratificantes que he tenido. Sin duda alguna, la cereza del pastel en este tour han sido los metepequenses, la gente que habita este municipio con su calidez, me ha hecho sentirme como en casa, gente muy trabajadora, amable y con una creatividad impresionante.
Metepec, tiene lugares geniales, pintorescos, y con una gran historia.
Pasear por esas calles empedradas donde se dieron los primeros asentamientos teotihuacanos, no tiene precio. Al apreciar las obras de barro que, los artesanos metepequenses elaboran, me hace pensar en la llegada de los toltecas a este municipio y que por fortuna trajeron nuevas formas de trabajar el barro y el conocimiento de la metalurgia también.
La Iglesia del Calvario es una de las mayores muestras de la época de la conquista y en la cual los indígenas se convirtieron al catolicismo. En la foto de la izquierda, podemos apreciar una procesión debido a una marcha fúnebre de un mexiquense de este municipio.
Gracias Metepec, por tu hospitalidad, por tus tradiciones, por las etnias que habitan en ti, porque son una muestra de fraternidad y creatividad, por la historia que te rodea y por la gastronomía que se puede apreciar en este sitio.
