Festividades,
Tradiciones, Costumbres, Mitos y Leyendas y Artesanías
Como en todos lo estados de la República, las fiestas son un
acontecimiento emblemático que, permite recordar hechos relevantes
históricamente hablando pero también, a nivel religioso y popular. Festividades
que, denotan el carácter del mexicano, sacan a la luz sus costumbres y
creencias, así como la algarabía que le distingue ante el mundo.
Ahora retomaremos las fiestas más importantes y simbólicas,
por Delegación o Municipio.
En Acolman por
ejemplo, el 06 de Enero conmemoran el nombramiento del mismo como municipio y para celebrar
se hace una fiesta popular y cívica. El 10 de septiembre, la Fiesta de San
Nicolás, celebrada con danzas de concheros, arrieros, contradanza, pastores,
inditos y tecomates. El 29 de septiembre
celebran a San Miguel Arcángel, con fuegos artificiales y una feria por las
calles principales del centro. Y del 16 al 23 de diciembre, la Feria
de la Piñata que, es particularmente especial, ya que se afirma
que en Acolman nacieron las muy mexicanas posadas navideñas. En la misma se
presentan espectáculos artísticos y de bailables populares. Se realizan
carreras de caballos como una costumbre que se remonta desde la etapa de la
Revolución. Además organizan un concurso en el que participan todas las
comunidades para premiar la piñata más grande y original, y se escenifican las
posadas.
En Aculco, celebran
el 19 de febrero la fundación del municipio
con una ceremonia muy especial. El 17 de septiembre, festeja el día de la Fraternidad Aculquense,
festividad que se ha convertido en una tradición por más de 100
años; aquí se reúnen las familias de Aculco para convivir en un día de campo.
Se llevan a cabo carreras de caballo en el lugar denominado El Carril de la
comunidad de Cofradía. Y por último, el
30 de septiembre, se festeja al Santo Patrono San Jerónimo con danzas de santiagueros y concheros, y una
feria regional, en la que se exponen distintos productos alimenticios,
elaborados por los propios habitantes.
Amanalco también se distingue por sus
festividades. El 30 de septiembre se lleva a cabo la celebración en honor a San
Jerónimo. En Octubre
y Noviembre, la Feria
Regional de la Trucha, en la cual se
puede adquirir trucha fresca o preparada en varios estilos como empapelada,
frita, a la hawaiana, en hoja de maíz, en pibil, a la mexicana, en chipotle o a
las hierbas finas. Además se efectúa torneo de pesca deportiva.
Amecameca,
es sinónimo de festividad y alegría, de tradición y cultura. En Febrero, se lleva a cabo el Carnaval de Amecameca, en
el que se refleja la tradición cultural y el folklore de la población. Destacan
por su vestuario y su música la danza de los Chinelos. En el mes de Julio o
agosto, y desde hace más de 25 años, se expone la Feria de la Nuez,
para lo cual se instalan en el centro de Amecameca puestos en los que ofrecen
dulces artesanales, repostería, helados y licores hechos con este fruto del
nogal. Todo ello acompañado de variadas actividades culturales e incluso
deportivas. Y el 15 de agosto es la patrona de Amecameca, Fiesta de la Virgen
de la Asunción con una gran feria, música y danzas, en especial la de los
Doce Pares de Francia, Moros y Cristianos y los Arrieros.
En San Martín de las Pirámides, en los
meses de Julio y Agosto, celebran la Feria nacional de la *tuna, misma que se llevó a cabo por primera vez en 1973, con el fin de conseguir mejorar la
comercialización e impulsar el consumo del nopal y la tuna, le siguen 41 años
de tradición. En dicha feria hay gran variedad de espectáculos de música, danza
y teatro, una muestra gastronómica en la que se presentan platillos o envasados
con nopalitos, tuna y xoconostle como shampoo, crema para el rostro y
corporales, suplementos dietéticos, aguas de tuna y nopal, mermelada, licores,
botanas, dulces, ates, entre otros. También hay muestra artesanal de piezas
creadas por los artesanos locales como tallado de obsidiana negra, plateada y
roja con figuras teotihuacanas, aztecas o mayas, así como de tallado de madera
con el que diseñan arpas mágicas, corta papeles y otras.
*Nota: Cabe destacar que, el cultivo de la
tuna no es exclusivo de San Martín de las Pirámides, también se cultiva la tuna
blanca o de castilla y la alfajayucan en Otumba, Axapusco, Nopaltepec,
Temascalapa, Teotihuacán de Arista y Atlacomulco.
En
Marzo y Abril se lleva a cabo la Feria del Jarro, que empieza
cinco días antes del Miércoles de Ceniza y, se prolonga cinco días después de
esta fecha e inicia con el Carnaval. En la avenida que conduce al Templo de El
Calvario, hoy la Catedral, se instalan los alfareros provenientes de toda la
entidad y de otras como Michoacán, Morelos, Puebla y Querétaro, a vender sus
artesanías como: ollas, cazuelas, platos, macetas, jarros tanto de barro como
de cerámica y muchas más. La costumbre es que tanto los niños como los jóvenes
y adultos deben pedir un jarro al amigo o visitante, quien no debe negarse a
otorgar dicho obsequio, convirtiéndose esto en un intercambio de jarros.
Actualmente, se ha modificado un poco esta costumbre, ya que las personas
compran varios jarros para sus amigos o familiares y los personalizan con el
nombre de la persona a la que le será entregado. También se ha convertido en
muestra de afecto, amistad e incluso de conquista, ya que si un hombre o una
mujer tienen especial interés romántico en alguien se lo demuestran regalándole
un jarrito. Y por último, en el mes de Julio la Feria del Obispo, pues con este nombre, se denomina
a un embutido de carne de cerdo y a veces de carne de res
molida y cocida, con muchas especias y algunas veces con chile. Generalmente,
lo venden y sirven en tacos. Un platillo típico de Tenancingo y en la feria es
ofrecido en varios puestos que se instalan en la plaza principal del Jardín
Morelos.
Texcoco es
un sitio emblemático de costumbres y festejos.
Empezando
por su ya tradicional Feria del Caballo, en la cual se elabora, un programa
ecuestre con exhibición de varias razas de caballos destacando la raza Azteca,
exposición ganadera, corridas de toros, palenque con la presentación de
reconocidos cantantes, teatro del pueblo, box, lucha, casino, entre otras.
En Octubre, la
Feria Nacional de la Cultura Rural y Feria del Libro, se caracterizan por sus
muestras artesanal, gastronómica y cultural de las regiones del campo. Llevada
a cabo en la Universidad Autónoma de Chapingo, con lo cual promueven el
quehacer de la universidad. Cada edición de esta feria, se dedica a una región,
como puede ser la mixteca, la huasteca, entre otras. Y con respecto a la Feria
del Libro, se organizan actividades tales como, presentaciones de libros,
conferencias, lecturas de poesía, cuenta cuentos, música y danzas regionales.
Y para cerrar con
broche de oro, en Noviembre, su Feria
del Tlacoyo, con antigüedad de más de 20 años, tiene como finalidad el promover
el consumo de platillos prehispánicos tan tradicionales como los “tlacoyos” en variantes
inimaginables, así como la barbacoa de la región. Con este acontecimiento, se
ofrecen eventos como el jaripeo y una exposición artesanal de joyería de plata,
artículos de barro, cerámica y prendas de lana elaborados artesanalmente.
Tradiciones Populares
El
Casamiento y el bautizo Otomí son algunas de las
tradiciones que, han marcado al Estado de México, tradiciones prehispánicas que
continúan celebrando en dicha comunidad.
Otra es la “desvelada” que, es un festejo que
realizan los grupos otomíes de Temoaya, y de otros municipios. Consiste en que
en la víspera de la boda en la casa de la novia, llegan el novio y su familia,
acompañados de un conjunto musical, con grandes chiquihuites llenos de frutas,
pan y bebida.
Hace unas décadas, como esto ocurría a media noche, acostumbraban desvelarse mientras convivían y bailaban hasta el otro día; llegado el momento, la madrina vestía y peinaba a la novia para partir a la ceremonia religiosa en la iglesia.
Al terminar el casamiento van a la casa del novio para festejar la unión con una comida que incluye arroz, mole y frijoles; después, sigue el baile.
Hace unas décadas, como esto ocurría a media noche, acostumbraban desvelarse mientras convivían y bailaban hasta el otro día; llegado el momento, la madrina vestía y peinaba a la novia para partir a la ceremonia religiosa en la iglesia.
Al terminar el casamiento van a la casa del novio para festejar la unión con una comida que incluye arroz, mole y frijoles; después, sigue el baile.
Una tradición muy significativa es la de “Canasta del Contento” y que es similar
en diversas regiones del Estado. Se pide la mano de la novia y, se fija la fecha
para la boda, pero si el novio “se roba a la novia”, hay que regresar a los
tres días a pedir perdón, se lleva a una persona de respeto, que se conoce como
“voz cantante”, ésta aboga por el novio.
Ya que los padres de la novia aceptan, permiten la entrada de los novios que espera fuera del hogar, éstos se hincan, primero reciben una “reprimenda” y posteriormente “el perdón”. Previamente le llevan al padre de la novia una canasta con botellas de vino, otra canasta pletórica de exquisitas frutas de la temporada, y en otra, viandas con ricos alimentos que comparten entre todos. Al terminar el contenido de los vinos todos quedan contentos, por eso se denomina “el contento”.
Ya que los padres de la novia aceptan, permiten la entrada de los novios que espera fuera del hogar, éstos se hincan, primero reciben una “reprimenda” y posteriormente “el perdón”. Previamente le llevan al padre de la novia una canasta con botellas de vino, otra canasta pletórica de exquisitas frutas de la temporada, y en otra, viandas con ricos alimentos que comparten entre todos. Al terminar el contenido de los vinos todos quedan contentos, por eso se denomina “el contento”.
Una tradición más
es la denominada: “El Combate”, consiste en una fiesta
preparada por el dueño de un rancho para agasajar a los peones que han
trabajado durante la cosecha en su propiedad. Este convite, que no
"combate", se ofrece el último día de la pizca.
La descripción de esta tradición es del municipio de Temoaya, sin embargo, se sigue efectuando en otras regiones de manera similar. Para el combate, se elijen dos parejas de novios, entre los mismos trabajadores, quienes se encargan de arreglar tanto la cruz del rancho como otras de menor tamaño para adornar los sincolotes donde se almacena el maíz en mazorca. En la víspera adornan las cruces con moños, listones, flores, papel de China, pastillas de azúcar y panes para llevarlas a bendecir. El día del combate los compadres regresaban la cruz al rancho y anunciaban su llegada quemando cohetones. Llevan además "panes de fiesta" en forma de corazón que cuelgan del cuello de los patrones con un listón, como si se tratara de una gran presea. Por su parte, las comadres pasaban los sahumerios cerca de los sincolotes, haciendo la señal de la cruz. Terminada la ceremonia se dirigen al casco del rancho para depositar la cruz principal y disfrutar del "convite" o "combate" ofrecido por los patrones. Pasan la tarde bailando, ya que la fiesta se prolonga hasta el anochecer.
La descripción de esta tradición es del municipio de Temoaya, sin embargo, se sigue efectuando en otras regiones de manera similar. Para el combate, se elijen dos parejas de novios, entre los mismos trabajadores, quienes se encargan de arreglar tanto la cruz del rancho como otras de menor tamaño para adornar los sincolotes donde se almacena el maíz en mazorca. En la víspera adornan las cruces con moños, listones, flores, papel de China, pastillas de azúcar y panes para llevarlas a bendecir. El día del combate los compadres regresaban la cruz al rancho y anunciaban su llegada quemando cohetones. Llevan además "panes de fiesta" en forma de corazón que cuelgan del cuello de los patrones con un listón, como si se tratara de una gran presea. Por su parte, las comadres pasaban los sahumerios cerca de los sincolotes, haciendo la señal de la cruz. Terminada la ceremonia se dirigen al casco del rancho para depositar la cruz principal y disfrutar del "convite" o "combate" ofrecido por los patrones. Pasan la tarde bailando, ya que la fiesta se prolonga hasta el anochecer.
Algunos Mitos y
Leyendas
Existen cuentos,
leyendas y mitos, conformados por aquellas historias que, enmarcan aquellos
acontecimientos que han marcado a la comunidad y que han marcado etapas de la
vida de los mexiquenses.
“El Señor de las
Ampollas”
La imagen del Señor de las Misericordias,
Santo Patrono de Tlalnepantla, fue regalada por el rey Carlos V a Hernán
Cortés, quien a su vez la donó al convento de San Francisco, de México. De allí
fue traída provisionalmente a la iglesia de Tenayuca, y luego a la capilla
abierta del Convento de Corpus Christi, en Tlalnepantla. En 1666, al ocurrir un
incendio en la iglesia, el Cristo de las Misericordias se salvó milagrosamente,
pues habiéndose quemado la cruz que lo sostenía, la escultura sólo registró
quemaduras en la espalda, semejantes a las ámpulas en carne viva, razón por la cual
se le denominó como el "Señor de las Ampollas".
"La Virgen de Tecaxic"
A raíz de la Conquista, Tecaxic (que en
lengua mexicana significa vaso de piedra) era un pueblo muy numeroso. Una
epidemia arrasó con su población, de tal modo que no quedaron en ella sino dos
vecinos. Abrumados por la tristeza y soledad, no tardaron en abandonar el
pueblo, que vino de esta manera a quedar desierto.
Con el éxodo de los dos sobrevivientes quedó abandonada una ermita que en los tiempos prósperos habían construido los vecinos. Veneraban en la ermita una imagen de La Asunción, pintada al temple sobre una tela indiana. En la soledad, el templo batió las puertas y rajó las paredes, de suerte que el viento, los soles y las lluvias, "deslucieron los colores del ropaje y mermaron la hermosura del rostro".
En estado tan lamentable se encontraba la capilla, cuando acertó a pasar por allí el licenciado Antonio de Sámano y Ledezma, en los momentos en que se abatía un fortísimo aguacero. Buscó el hombre asilo en la capilla, pero en balde, porque dentro se mojaba tanto como afuera. El agua escurría por la imagen, y allí advirtió el licenciado que era milagroso el hecho de que la Virgen no se hubiera despintado del todo, máxime siendo la materia en que estaba iluminada, tan deleznable y corruptible.
Cuando fue Guardián del convento de
Toluca el padre José Gutiérrez, quien gozó fama de ser un hombre profundamente
religioso, y conociendo los prodigios de la imagen de Tecaxic, animó a los
vecinos de Toluca y a los labradores de lxtlahuaca a erigir un templo. Después
de algunas peripecias, los deseos del religioso se cumplieron. El Santuario de
Nuestra Señora de Tecaxic fue acabado de construir en el año de 1655.
Hoy día el Santuario se encuentra abandonado. Ausentes están las numerosas romerías que en otros tiempos lo visitaban. Las almas sencillas de los pocos hombres de buena voluntad que aún quedan, están en espera de un nuevo prodigio de Nuestra Señora de la Asunción.
El mundo de la
Artesanía
Alfeñique
El alfeñique, palabra árabe que hace
referencia a una pasta de azúcar cocida y estirada en barras muy delgadas y
retorcidas; y que, actualmente se usa para elaborar dulces tradicionales que se
colocan en las ofrendas o altares de la celebración del Día de Muertos (aunque,
se tiene documentado que los aztecas hacían figuras para sus ofrendas, que
estaban hechas de amaranto y otras pastas
comestibles). Comúnmente estos dulces tienen forma de calavera, ataúdes con una calaca dentro, angelitos, frutas y animalitos como venados, borregos y conejos, entre otros.
comestibles). Comúnmente estos dulces tienen forma de calavera, ataúdes con una calaca dentro, angelitos, frutas y animalitos como venados, borregos y conejos, entre otros.
En el país sólo se realizan dulces de
alfeñique en Puebla, Oaxaca, y el Estado de México. De acuerdo con los
historiadores toluqueños, en 1630 Francisco de la Rosa (residente de Toluca)
solicitó a la Corona española permiso para elaborar el dulce de alfeñique e
instaló su comercio en la calle Real, hoy avenida Independencia. Desde
entonces, la fabricación de estos dulces típicos ha perdurado hasta convertirse
en una tradición toluqueña. Misma razón por la que, se celebra en la actualidad
la Feria del Alfeñique en Toluca cada año, la cual se sitúa en los Portales 20
de Noviembre, Francisco I. Madero y Reforma, ubicados en el centro de la
ciudad. Inicia a mediados de octubre hasta la primera semana de noviembre. En dicha
feria, se exhiben y venden dulces de muertos y los tradicionales producidos
bajo cuatro modalidades básicas, el alfeñique, vaciado de azúcar, dulce de
pepita y miniatura.
Durante estos días, también se monta
una ofrenda de muertos, que se instala en la Concha Acústica de los Portales y
se exhiben las piezas que participan en el concurso del dulce tradicional del
Día de Muertos.
Tapetes de Temoaya
Estos tapetes, se elaboran en talleres
familiares, localizados en el municipio del mismo nombre, que se encuentra en
la región centro norte del Estado de México, a 20 kilómetros al noroeste de Toluca.
la región centro norte del Estado de México, a 20 kilómetros al noroeste de Toluca.
Estas piezas decorativas se comenzaron
a realizar en la década de 1960, ya que el Gobierno del Estado de México
ofreció a las
mujeres temoayenses capacitación para hacer tapetes de lana estilo persa, anudados a mano.
mujeres temoayenses capacitación para hacer tapetes de lana estilo persa, anudados a mano.
En esa época, también se construyó el
Centro Artesanal Tapemex en la comunidad de San Pedro Abajo, que se convirtió
en el
espacio de producción de tapetes más importante del país, principalmente con mano de obra femenina y que habitaba en las
comunidades aledañas al centro artesanal.
espacio de producción de tapetes más importante del país, principalmente con mano de obra femenina y que habitaba en las
comunidades aledañas al centro artesanal.
Actualmente, la actividad de
elaboración se ha extendido a otras comunidades, ya que han instalado telares
familiares.
Es teñido en Tulantepec, Hidalgo. Los
diseños de los tapetes tienen figuras indígenas de diversas etnias
prehispánicas. Resaltan entre ellos el otomí, mazateco, nayarita, tepehua, de
árbol de la vida, ojo de Dios, o representaciones del paraíso terrenal y de las
cuatro estaciones del año.
Árbol de la Vida
El árbol de la vida es parecido a un
candelabro, tiene barro cocido a baja temperatura y representa una alegoría del
Edén o
del Paraíso con Adán y Eva o el Arca de Noé rodeados de los elementos que nos cuentan esas historias bíblicas.
del Paraíso con Adán y Eva o el Arca de Noé rodeados de los elementos que nos cuentan esas historias bíblicas.
También hay árboles de la vida con
representaciones de muertos o calacas.
Estas piezas artesanales sólo poseen un
frente, que tiene forma de un árbol con ramificaciones. Existen árboles de la
vida sencillos, de no más de 25 a 30 centímetros de alto y otros de dimensiones
mayores, que alcanzan hasta los 2 metros.
Los árboles hechos en Metepec
generalmente están pintados con acrílicos muy coloridos, aunque también los
venden sin pintar.
Desde hace algunos años, se ha
registrado la piratería de árboles de la vida, por lo que en enero de 2009, a
los alfareros de Metepec (encargados de elaborar esta típica artesanía
mexiquense) se les otorgó el registro de marca de esta pieza. El principal
objetivo de este registro es blindar esta artesanía contra la piratería, además
de mejorar su calidad. Esta es la primera artesanía del Estado de México que
tiene un registro de marca.
Cabe añadir que, en
el Estado de México también se trabaja la madera, el vidrio, el metal, la
cantera, productos hechos con hueso y cuerno; la talabartería que, es un arte
en este estado, la herrería; la confitería y la panadería que son únicas y
deliciosas, y elaboradas aún de manera tradicional respetando recetas, métodos,
procesos de cocción e ingredientes. De igual manera se trabaja la alfarería y
la cerámica.
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