El Estado de México
posee una interesante historia que, pocos conocen. Por ello hablaremos en este
blog de el, ya que, es de suma importancia conocer aquellos acontecimientos
que, desde tiempos prehispánicos formaron este valioso Estado de la República. Fueron precisamente las tierras
del actual Estado de México las que albergaron los señoríos chichimecas y
otomíes.
El
Prehispánico
Del periodo preclásico por ejemplo, se han localizado
figurillas de barro en Tlatilco, lugar cercano a Naucalpan, dichas vasijas
muestran los gustos por determinados alimentos, como peces, patos o animales
acuáticos.
Ya en el período clásico, identificado principalmente con
Teotihuacan y poblados concomitantes a esa metrópoli, la influencia cultural de
esta ciudad se percibe en la cerámica y en los detalles de arquitectura; por
ejemplo, en CalIxtlahuaca o en Teotenango.
De los tiempos de la irrupción chichimeca quedan como testimonio arqueológico dos pequeños centros político-religiosos: Tenayuca y Santa Cecilia. Tenayuca no tiene la monumentalidad de Teotihuacan, pero de aquélla tenemos más información histórica gracias a las pinturas o códices en los que se guardó la memoria de los chichimecas, fundadores de señoríos que destacaron políticamente.
Los señoríos que se formaron en el área geográfica que hoy
conocemos como Estado de México no alcanzaron a integrar una entidad política homogénea.
Cada población de cierta importancia tuvo territorio y gobierno propios (así
todos conservan sus nombres originales) y algunos destacaron más que otros.
Únicamente podríamos considerar como cabeceras políticas de importancia a
Chalco y Texcoco.
Durante la Conquista
En este período, diversas actitudes se suscitaron por parte
de los indígenas, con respecto a su posición en contra o apoyando el acto
hispano.
Los chalcas se constituyeron en aliados valiosos de los
españoles, y uno de sus logros fue apoderarse del templo de Huitzilopochtli, en
Tenochtitlan. Los señores chalcas llegaron a reconocer la autoridad de Cortés y
quisieron que él designara a los gobernantes de las cabeceras de esa provincia.
Después de consumada la victoria hispana sobre el señorío mexica, los chalcas
siguieron acompañándolos en las posteriores expediciones al norte.
Consumado el triunfo hispano, la provincia de
Texcoco-Aculhuacan fue repartida pronto en encomiendas. Hernán Cortés obtuvo la
de la ciudad de Texcoco en los primeros años de colonización; esta posesión la
disfrutó poco tiempo porque durante la gubernatura de la Audiencia, encabezada
por Nuño de Guzmán, le fueron quitadas varias propiedades (entre ellas Texcoco)
y pasaron a ser dominio de la Corona.
La actitud de los pueblos de "hacia el poniente",
es decir, los del centro y sur del valle de Toluca, fue de rechazo al invasor y
de hostigamiento a los indígenas aliados a los españoles.
Época de la Colonia
En el centro de la Nueva España (lo que hoy es el Estado de
México) creado en esta época, los indios y los españoles en su relación
productora, social y política, dieron paso a una nueva clase de cultura
producto de mestizaje, durante los siglos XVI y XVII.
El Estado de México es un ejemplo idóneo de éstos y otros
mecanismos, pues se encuentra en el camino entre valles que se caracterizaron
por una producción agro-ganadera y el centro consumidor de ellos, la ciudad de
México. Esta posición intermedia le permitió conservar los rasgos indígenas a
la vez que recibía la influencia española. Al mezclarse ambos, se logró una
sociedad representativa de la conquista espiritual y cultural que mantiene
fuertes rasgos indígenas, característicos de la realidad nacional.
Su formación
El Estado de México se crea según sus antecedentes más
antiguos, en el periodo colonial, cuando en el año de 1548, el territorio
recibió el nombre de Provincia de México, quedando integrada por cinco de las
23 provincias mayores en las que se dividía el Virreinato.
Durante la segunda década del siglo XIX a partir de un acto jurídico, aprobado
por el artículo 7o. del Acta Constitutiva de la Federación. Dicho artículo, fue
sometido a discusión por el diputado José Manuel Ramos Arizpe el 20 de
diciembre de 1823, fecha en la que se aprobó que las provincias de México y
Michoacán se elevaran a la categoría de estados. Más tarde, con la aprobación
de la Ley para Establecer las Legislaturas Constituyentes en las Provincias,
que han sido declaradas Estados de la Federación Mexicana y publicada en el
Estado de México el 10 de enero de 1824 por Melchor Múzquiz, se procedió a la
elección de los primeros diputados al Congreso Constituyente de la entidad.
Y en definitiva, el 2 de marzo de 1824 se reconoce como fecha oficial de la
creación del Estado de México.
Este primer Congreso, integrado por 21 diputados propietarios
y siete suplentes, realizó la primera sesión el l 2 de marzo de ese año, ; de
ahí que esta fecha sea reconocida oficialmente como el Día de la Erección del
estado de México, en virtud de su carácter jurídico.
Hacia 1824, sus límites se encontraban situados al norte con
Querétaro, al oriente con Puebla, al sur con el océano Pacífico y al occidente
con Guanajuato y Valladolid, hoy Morelia. Sin embargo, la creación de nuevos
estados en el siglo XIX y su incorporación a la federación hicieron que el
territorio original sufriera continuas segregaciones que se prolongaron hasta
1917, cuando el Estado de México aportó cerca de 2 mil kilómetros para el
Distrito Federal.
Muy interesante el blog, procuraré darle seguimiento y darlo a conocer.Buen trabajo.
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