Sin duda alguna, el
Estado de México posee una riqueza culinaria basta y sabrosa que, recrea la
dieta tradicional y prehispánica de los mexicanos.
Cabe destacar que,
es en el Estado de México de donde proceden variedades autóctonas de maíz que
permean hasta nuestros tiempos y que permiten que nuestra dieta a base de maíz
continúe existiendo. La siguiente descripción, es solo un breve recorrido por
lo más emblemático de la gastronomía mexiquense ya que, es muy grande y variada.
Además de la trilogía
maíz/frijol/chile, a la cual habría que agregar en primer lugar a las calabazas
(de cuya planta se comen los frutos, semillas, las flores, las guías y las
raíces), otros alimentos fueron básicos en el México prehispánico: chayotes,
jitomates y tomates, y animales como el armadillo.
En particular para el caso del
altiplano del país, habría que agregar chilacayotes,
huazontles, nopales,
alga espirulina, hueva de hormiga o escamoles, gusanos de maguey, jumiles y chinches de monte, que suelen comerse
vivas. Correspondientes a las zonas costeras y tropicales, deben anotarse la yerba santa o acuyo, el axiote, la herbácea conocida como chipilín, papayas, palmitos y el lujoso
aromatizante y saborizante que es la vainilla, además de numerosos pescados y
mariscos y, animales terrestres como los monos y los tepezcuitles.
La cocina prehispánica incluía varios
guisos cotidianos y comidas de temporada, vinculadas a las principales fiestas
en honor a los dioses del panteón indígena, y asimismo en estrecha
relación con los diferentes momentos de los cultivos agrícolas y con la
climatología de las estaciones del año.
Los platillos cotidianos incluyen
quelites, quintoniles, espinacas, verdolagas, papas, zanahorias, nabos, papas
de agua. A los guisados se les condimenta con bastante chile y pequeñas
fracciones de carne de res y de puerco para darles sabor, aunque la carne no es
la base del guiso.
El
chorizo, embutido que en su variante de chorizo verde, es originario de Toluca.
Se elabora con carne de puerco molida, pimienta, clavo, jengibre,
semilla de cilantro, almendra y otras especies. Pero lo que hace distinto a
este chorizo es la inclusión del chile jaral o ancho. Se le agrega vinagre o, bien
mejorando su calidad, vino blanco.
El taco de plaza, también famoso, puede
ser de barbacoa, de carnitas, o de chicharrón, acompañados de cilantro, pápalo
y berros, animales como sacamiches (orugas de la mariposa diurna que, crecen en
la copa de los árboles del bosque y se alimentan de hojas de enredadera en lo
alto del bosque. Carolina
Pardo Torres, 2012) o acociles (especie de crustáceo que contienen una buena
calidad nutrimental que aporta aproximadamente un 40 % de proteínas. Inapesca, 2010) crema y otros aderezos.
Sobresalen los quesos y los dulces, estos últimos en un tiempo dieron colorido a los portales, hoy es menor pero sigue la tradición. En los mismos portales se consigue la fría garapiña y el famoso "mosquito", bebida de licor de frutas.
Aculco, es el municipio que se
caracteriza por elaborar los mejores “pies de queso”.
El famoso “licor de frutas” es una preparación de membrillo con zarza. Estas mixturas
han recibido diversos nombres a través del tiempo, recordamos las
"chabelas" de don Juanito Izquierdo y "los siete brincos"
de don Bonifacio Sánchez. Estos licores, se elaboran a partir de la pulpa o de
la cáscara de frutas, como el tejocote, membrillo, lima, limón, naranja, zarza,
o de hojas como el amargo. Estos se hierven con azúcar hasta que "
sueltan" el sabor, y se mezclan con alcohol, ron o alguna otra bebida.
Zumpango es, otro
municipio con tradición culinaria, en donde se preparan los platillos típicos como
el chinicuil en salsa: el tlapique, que se prepara con carpa, epazote, chile
verde y cebolla asada en hoja de maíz; los escamoles, que son la hueva de la
hormiga roja y se hacen en torta en chile verde; la torta de charal.
El tlatonile, es un mole, que se elabora con chile colorado,
ajonjolí, etc., típico de Huatusco
(su origen se remonta a la época prehispánica, según textos elaborados
por los historiadores de aquellos tiempos y, aunque algunos de sus ingredientes
se han modificado, conserva sus rasgos esenciales) que se prepara con rebanadas de cebolla doradas a las que se
les agrega tomate, chile y cilantro, papas en crudo y queso; los tlacoyos son
otro alimento típico, se preparan con masa de maíz blanco o azul, se rellenan de
frijoles cocidos y molidos.
En Sultepec, se elabora la repostería tradicional constituida por las típicas
rosquitas o frutas de horno, elaboradas con harina, manteca de cerdo,
piloncillo y canela; el dulce de pipían, tamales de capulín y ates de
diferentes frutas de la región.
Villa Victoria es
famosa por sus dulces, en esta región son muy tradicionales los
jamoncillos de leche de diferentes sabores, también conocidas como lechitas,
las jaleas de tejocote y los ates, así como las conservas procesadas con frutas
de la región, (capulín, tejocote, pera, manzana, membrillo e higo), las
pepitorias, las charamuscas y el “ponte
duro”, éste último se prepara con pinole de maíz molido, piloncillo hervido con
canela y se deja orear.
En
Temoaya por su parte, la cocina de su cabecera municipal se
distingue por la calidad y el sabor de sus platillos, elaborados conforme a
recetas tradicionales. Son muy apreciados algunos guisos condimentados como:
pipián con chilacayote, mole de guajolote, mondongo de carnero, mole verde,
manchamanteles, mole de olla, hígado chorreado, cabrito en su sangre, nopales
navegantes o guisados en chile ajo, almendrado de lengua de res, sopa de médula
y carne de cerdo con verdolagas en salsa verde, entre otros.
En las grandes festividades familiares
o públicas predomina el menú tradicional que consiste en arroz, mole colorado y
frijoles; aunque existen variantes que pueden incluir diversos antojitos,
platillos típicos o guisos especiales como mixiotes de carnero, tlacoyos de
flor de calabaza o requesón, gorditas de haba, esquites, tamales de haba o de
sal, carnitas de cerdo, sangre, consomé y barbacoa de carnero acompañada con
salsa borracha.
La gastronomía
malinalquense (Municipio de Malinalco), destaca debido a la gran producción de
truchas, la "trucha estilo Malinalco” que, se rellena de jitomate,
epazote, cebolla, ajo, mantequilla y chile, la que se prepara ahumada o
envuelta en papel aluminio.
En ciertos parajes se
degusta la iguana en caldillo, la rana y el ajolote en tamal, armadillo,
conejo, jabalí y tlacuache. Célebre también es la barbacoa.
Existen muchos tipos
de panes: aparejos, bisquets, bolillo, bombones, borrachos, cacomiztles,
camarones, conchas, conejos, corbatas, cortadillos, cuernos, donas, empanadas,
estribos, galletas, hojaldras, hojarascas, huesos, laureles, mestizas, moños,
muñecos, pelucas, pintas, plomos, polvoreadas, polvorones, regañadas,
retorcidos, roscas, semitas, tacos, teleras y veladoras
Famosas son las nieves
y las aguas frescas hechas de coco, guanábana, mamey, nanche, piña, tamarindo,
tequila, zapote y del moderno nescafé. En cuanto a bebidas se consume el
excelente mezcal que se produce en la zona sur, el pulque en la norte, además
los vinos dulces elaborados de frutas procedentes de Tenancingo, y por
supuesto, el tequila.
Un platillo
emblemático de la cocina mexiquense, es el llamado "tamal de Judas"
que, se prepara con maíz azul tostado
que se muele con canela; este polvo o pinole se amasa con miel de piloncillo,
obteniendo una pasta similar al Tzoatl de los tiempos prehispánicos; esta pasta
se unta en pequeñas porciones a las hojas de maíz, agregando antes para formar
el tamal, un poquito de masa de alverjón, ya cocidos se amarran por pares y se
cuelgan en un mecate.
Ese mole es Mole coloradito de Oaxaca, me robaron la foto quitando la marca de agua!
ResponderBorrarhttp://www.gustausted.com/2011/06/mole-coloradito-estilo-de-oaxaca-receta.html
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